viernes, 16 de octubre de 2009

Mi pequeño homenaje a la Negra

Todavía estoy asimilando el hecho de que ya no está. Y también, tratando de buscar un sentido a esa resignificación o descubrimiento que hacemos de ciertos artistas cuando ya no están. Sobre todo con aquellos que han dejado una impronta de trabajo coherente y esforzado, de compromiso y solidaridad. La lucidez de ciertos artistas nos marcan el camino de la hora, arrojan luz sobre los imponderables del tiempo, la contingencia de la vida y las huellas de la historia.
Por eso, a pesar de haberla visto en tantos festivales populares, en las noches doradas del Cosquín; es hoy que la tomo entre mis manos y acerco su canto hacia mi corazón intentando impregnarlo de la militancia comprometida que a través de la música desarrolló la querida Negra.
Por eso mi homenaje hoy en este blog, atreviéndome a confesar que desde que no está me acompañan sus canciones diariamente porque, de manera increíble, se convirtieron en la banda de sonido necesaria para las luchas que estamos atravesando.

Y dejo una canción ejemplar, junto con unas palabras suyas que recogí de un blog y me parecieron magníficas.

"Si la gente no entra a defender los objetivos de la Carta de la Tierra, ésta no sirve. Nosotros, la sociedad civil, tenemos que vigilar permanentemente que se cumplan estos compromisos. No tiene que venir la ONU a defender el medio ambiente, nosotros debemos hacerlo. No se trata de una canción, sino de la vida, es la vida o la muerte. Pero no sé qué pasa, parece que la humanidad tiene como un olvido de las cosas. Ocurren los hechos, se levantan voces de protesta y después se callan. Por ejemplo en un aniversario del estallido de la bomba de Hiroshima y Nagasaki sólo asistieron 20 personas. Tenemos que luchar contra el olvido. Es necesario organizarnos para que se mantenga vigente la Carta de la Tierra. Yo tengo que salir a cantar, ése es mi trabajo, pero seguiré hablando de estas cosas".

Mercedes Sosa


1 comentario:

  1. Gracias, LuNa, sos muy dulce y a la vez sos muy apasionada. Lamento q mi marido no haya podido conocerte, estoy segura, le hubieras encantado, es más, creo q te habría escrito para, contarte su experiencia como periodista.
    Un ABRAZO GRANDOTE.

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